Verano 2010: Diario de un postoperatorio. Capítulo 5 o Atunes en el paraiso.

Una vez ido y vuelto de Barcelona, quedaba aprovechar los días de vacaciones que me quedaban antes de incorporarme al trabajo el 16 de agosto. Aunque de lo mío estaba bastante bien, me quedaba alguna visita al Hospital para las curas. Parece que las curas que no hice en Barcelona no habían empeorado la situación de mi agujero, sino que creo que dejar unos días de trastear la herida dio posibilidad a que se recuperara mejor. Así fue, y después de un vistazo rápido me dijo la enfermera que ya me podía ir a la playa... lo que no sabía es que ya me había dado algún chapuzón en la playa... poco, pero alguno.

Quedaban pocos días para empezar a trabajar, y con la obligada visita a la Feria de Málaga menos aun para ir a la playa, así que una tarde, me calenté para hacerme un tatuaje. Ya lo verán, es una especie de lagartija-ojo-pez. Requería algunos cuidados, así que salidos de unas curas, metido en otra; es que me gusta el jaleo.

Siempre habíamos tenido ganas de ir a la playas de Cádiz, al menos una vez en verano solemos ir a Tarifa, y este año íbamos a dar un paso más e decidimos ir a un camping y pasar algunos días. Caños de Meca, allá vamos!

Quizás, mal asesorados nos metimos en el Camping con más kinkis de la Costa de La Luz, las parcelas eran muy pequeñas y compartidas con otra gente, nuestra tienda cabía más bien justa, y menos mal que nuestros vecinos eran buena gente y no formaban mucho jaleo. Total, que un plan.

Dos días estuvimos, uno para llegar y otro para salir, y la verdad es que lo aprovechamos bastante bien, buena jornada de tarde en la playa, y que playa; cena, y que cena, y por la mañana marchamos a echar el día en Barbate o Zahara, cuna de esta canción y de la película "Atunes en el paraíso" que vi pocos días después.

Viernes de Fuegos y llegamos a Málaga. Nuestra tradición de ir a la playa este día no se cumplió, pero como cada año, al menos los tres últimos vimos los fuegos en el Parque Huelin, para posteriormente encontrarnos con los amigos en el centro pasar una buena noche, al igual que las siguientes jornadas en las que visité la feria hasta volver a casa ya el domingo para descansar y volver a los hábitos laborales.