Pequeñas putadas de ser corredor. Capítulo 2
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| Reacción al entrar al coche de un corredor |
Otra de las putadas con las que un corredor tiene que vivir es que su coche siempre huele mal. Siempre se queda perdida alguna ropa de entreno, unas zapatillas de recambio, calcetines, etc. Y además, el cerco de sudor en el asiento del conductor. Así es el coche de cualquier corredor. Sin contar el polvo, tierra o barro acumulados durante todo el invierno.
Tengo compañeros que le quitan cinco minutos del entreno diario para asegurarse al menos ese tiempo de estiramientos. Algunos deberiamos hacer lo mismo, en este caso, para limpiar nuestro vehículo.
Yo en mi caso, puedo asegurar que trato de acumular lo mínimo teniendo en cuenta la capacidad de la furgoneta, pero siempre llevo cajas de zapatillas, muestras de ropa del Club y alguna zapatilla que otra. De olores lo normal, nada que un buen ambientador no pueda disimular.
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Un saludo, crack