Verano 2010: Diario de un postoperatorio. Capítulo 2 o Me gusta el Tour

Problablemente desde mis años de instituto no veía las etapas del tour en directo, el año pasado las seguía un poco por internet desde el trabajo, pero este año me las he tragado enteras. Y es que me gusta el Tour.

La primera noche tras la operación pasó del tirón, no me desperté ni una sola vez y recuerdo que amanecí en la misma posición en la que caí en la cama la tarde anterior. No hicieron falta analgésicos ni  nada. Incluso al despertarme no estaba muy seguro de lo que había pasado, porque no me dolía nada. Falsa alarma, al tratar de incorporarme un poco para levantarme e ir a echar un chorrillo, sentí como miles... que digo miles, millones de alfileres se me clavaban en la zona inguinal, normal, estaba recién operado. Dificilmente pude hacer pis sin chorrearme todos los pantalones y todo lo que había 1 metro a la redonda. (Esto último no me lo tengais en cuenta. Tampoco que en la siguiente semana me lavaba con una esponja y toallitas de bebé).

En estos días llegaron las primeras visitas y llamadas de amigos. Gracias.

Posteriormente me fui al sofá, el cual me había preparado mi madre para pasar allí los días de clausura frente a la tele. Con el dolor que tenía, cualquier desplazamiento tenía que ser bastante justificado. Ir al servicio, beber agua o comer, y cambiarme de la cama al sofá y del sofá a la cama fue lo único que hice en los... 6 primeros días desde la operación. Para moverme me ayudaba de un bastón que mi prestó mi abuela, y más tarde en una silla de oficina usando el bastón a modo de remo.

Entre tanto, los kilometrajes del Tour. Mis avituallamientos pasaban por los programas telebasurá que nos ofrecen casi todas las cadenas españolas. Reconozco que soy muy crítico con algunos personajes, pero en estos 6 días no me perdí ni un Sálvame. Además, España pasaba ronda tras ronda del Mundial y el domingo tocaba la final contra Holanda. Fui seguramente el único español que no solo no salté en el gol de Iniesta, si no que tampoco me moví en todo el partido. De hecho, me protegía mis partes operadas con un cojín para defenderme de los movimientos y saltos de Celia, con temor a que me metiera un meneo involuntario.

Lunes: resaca mundialista. No había canal en la maldita TDT que no hablaran del mundial, un pequeño inciso en las noticias deportivas que informaban de que el heptacampeón del Tour de Francia, Lance Armstron, había perdido más de 10min respecto al grupo de favoritos de la carrera, por tanto, y como se vio en las siguientes etapas, todas sus opciones de cara a la general. Yo seguía con lo mío, mis dolores, mi silla y mi bastón... en estos días fue cuando descubrí que mi madre guardaba helados en un cajón del congelador... pa' qué!
De esta primera semana, guardaré el peor recuerdo del tiempo muerto en el sofá, de calor y del dolor de espalda y brazos que tenía al estar todo el día tumbado y usar los miembros superiores para levantarme y arrastrarme por el colchón.

Justo a los 7 día de la operación y ya por mi propio pié, fui al hospital a la primera cura. Fui por urgencias, que me viera el amigo Rafa Siendones y tras descubrirme la venda que tenía puesta vimos que no tenía puntos; al parecer ahora usan un nuevo sistema de sutura que se fija por dentro de la piel, de forma que no queda a penas cicatriz. Hoy era la etapa reina, segunda vez que en la historia del Tour que el mítico Tourmalet vería un final de etapa. Triunfo para Andy Schleck, escoltado por Contador, que no le disputó la victoria. Había que volver pronto a casa... no me quería perder el control de firmas, ni los comentarios grotescos de Carlos de Andrés y Perico Delgado.

Quedaba un duro fin de semana, el calor asediaba, y decidí pasar mi primer fin de semana en Benahavís, aun un poco convaleciente, pero tenía la compañía de Celia que había venido el viernes y no me dejó mover un dedo.
Los resultados finales del Tour ya llos conocemos, para que voy a decir más, y analizando lo visto en las últimas etapas de la Grande Boucle el año que viene se verá un gran espectáculo entre los Schleck y Contador. Esperamos algún invitado más, que sino será muy aburrido.